Can't love, can't hurt es el último disco de Augustana, un grupo que nace en San Diego y que apenas tiene seis años de existencia. Empezaron con un primer disco del que sólo se editaron 1.000 copias y que apenas tuvo repercusión. Sin embargo es con All the Stars and Boulevards cuando comienzan a saborear la fama. Principalmente a raíz de la canción Boston que se hizo popular porque se utilizó en prácticamente todas las series de televisión americanas. Algo parecido a lo que le ha pasado a The Fray con How To Save A Life.
Éste último disco, publicado el año pasado lo empecé a escuchar porque Augustana iba a realizar una gira (no por España...) con un grupo que me gusta mucho y del que ya hablaré otro día. Lo cierto es que este disco ha tenido un efecto que pensé que tardaría más en sucederme. Me devolvió a la época de los 90. Pensé que sería imposible que eso me sucediera tan pronto, pero lo cierto es que me recuerda mucho este disco a grupos de esa época. Por un lado la sensación de horror vacui a la hora de componer, apenas dejando hueco para el silencio o las pausas. Música muy rítmica y, sobre todo, una voz que llena la canción haciendo de la música un bonito acompañamiento. Me recuerda principalmente a GooGoo Dolls en cuanto al estilo. Quizás menos cañeros, pero más variados en cuanto al estilo delas canciones.
El primer single que han sacado es el primer corte del disco: Sweet and Low, aunque quizás no sea la mejor para mi gusto. Prefiero, por ejemplo, Hey Now o Dust, aunque lo cierto es que el disco es muy agradable de escuchar, tanto de fondo mientras se trabaja con el ordenador, como cuando se escucha cada una de las canciones con deleite.
A ver si escucho algo más de este grupo y os puedo contar más cosillas...
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